domingo, 1 de julio de 2007

Informativos

¿Cómo influye el material didáctico en los niños?
Considerado desde distintos marcos conceptuales, se puede deducir que el juguete no es solo un objeto en sí, sino que, en un sentido más amplio se trata de un nudo de roles, de posibilidades y de relaciones que se hacen ostensibles, además de en su relación con el niño, del lugar que ocupa dentro de un medio o de una sociedad, y en ésta, dentro del marco específico de su consideración por la infancia.
Desde una perspectiva histórica se puede considerar en principio al juguete como el primer producto cultural ofrecido al niño en todas las civilizaciones. Al ir descubriendo sus diversos aspectos podemos comprobar que se trata en sí mismo de un elemento complejo que ofrece en su estructura interior mucho más de lo que a simple vista se pudiera observar, pues este objeto aparente presenta valores educativos, afectivos, cognitivos, funcionales, y es considerado como un precioso sostén de la producción imaginaria del niño entre otros atributos. Considerado desde distintos marcos conceptuales, se puede deducir que el juguete no es solo un objeto en sí, sino que, en un sentido más amplio se trata de un nudo de roles, de posibilidades y de relaciones que se hacen posibles, además de en su relación con el niño, del lugar que ocupa dentro de un medio o de una sociedad, y en ésta, dentro del marco específico de su consideración por la infancia. En cuanto a la educación de la infancia, algunos estudiosos han afirmado que la constante actividad de los pequeños, que pasan su atención de un objeto a otro (y que muchas veces los adultos consideran como inestabilidad) es uno de los factores que permiten favorecer el desarrollo de las facultades intelectuales, sobre las cuales cuenta la enseñanza. Por ello es importante reconocer en los juguetes que rodean el hábitat de niños y niñas, el valor que de ellos se desprende como motivadores de la actividad lúdica, despertando la curiosidad y ofreciendo un espacio para saciarla. Esa curiosidad y las actitudes que de ellas se desprenden, responden en general a la capacidad creciente de las estructuras bio-psíquicas adquiridas, y es la observación de esas actividades de los pequeños la que induce a considerar que su atención se orienta desde sus comienzos hacia actividades necesarias a su desarrollo. Ellas forman parte de esa faceta de la educación que el niño realiza por sí mismo, seleccionando y repitiendo sin cesar experiencias útiles, e indispensables a su crecimiento, elaborando sus propios procesos de acción con tenacidad y certeza, a su propio ritmo, y de acuerdo a sus posibilidades de acceso a la manipulación y a la comprensión. Para llegar entonces al concepto de que la educación es el arte de organizar la personalidad del niño, sería importante en ese contexto, asumir el hecho de asegurarle, entre otros objetivos propuestos, la obtención de los medios o elementos para que ella se pueda ir organizando también desde el niño. Coincidiendo con esta orientación, algunos estudiosos de los comportamientos infantiles han aportado conceptos relativos a que la educación más efectiva para fijar la atención, será aquella otorgada por el objeto mismo. Así el pequeño, disponiendo a su alcance de objetos y elementos indispensables para sus experiencias, que él graduará respondiendo a sus posibilidades de acción, podrá acceder a una cantidad de oportunidades que irán orientando sus actividades en forma independiente hacia las estructuras lógicas del pensamiento, durante el transcurso de su evolución. Sabemos que el niño de 0 a 5 años comparte su tiempo entre su hogar y el jardín infantil. En ambos ambientes estará rodeado de objetos que lo sostienen en sus juegos y en su manipulación. En la institución pedagógica, los materiales didácticos seleccionados, de acuerdo a la edad y a las diferentes actividades a desarrollar pueden asegurar generalmente una progresión lógica de realizaciones y de adquisiciones para la asimilación de conceptos.

Pero también sabemos que el niño pasa luego a su hogar, donde su variedad de juguetes se presentan en forma desorganizada, pues a diferencia del material didáctico de que dispone en el jardín infantil, que ha sido seleccionado y proporcionado por las docentes, los juguetes llegan al niño desde distintas y procedencias, ya sea como regalos de personas cercanas o lejanas, motivadas por distintas circunstancias, de compromiso social o afectivas hacia el niño, siendo conocedores o no de sus predilecciones selectivas.

En este caso, y en su hogar, niños y niñas disponen de disparidad de juguetes. Todos ellos asumen un rol en sus juegos, un rol importante que influye y está presente en la relación que se va desarrollando entre el sujeto y su objeto lúdico.

Disponible en: www.recrea-ed.cl

No hay comentarios: